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lunes, 28 de noviembre de 2022

Homeopatía educativa

Por Juan Rociado

Diluye, diluye y diluye. Es el camino por el que peregrina la educación actual. Diluir. Diluir hasta el límite que el ingenuo homeópata, admirado y consagrado como experto, considere necesario. Un límite y una frontera donde las esencias desaparecen. Diluir hasta que no quede nada que nos dañe ni que nos cure. En nuestro miedo por herir al tierno niño y, también, al torpe y larguirucho púber, renunciamos a la sacrificada quimioterapia y a la sangrante cirugía como remedios educativos. Ya está aquí la consecuencia. El virus de la ignorancia nos ha vencido. El adulto pacato nos ha invadido e impera por doquier. Pocos peatones circulan ya por la izquierda en la carretera; muchos viejos lo olvidaron y a los jóvenes ya no se les enseña. La memoria quedó en el olvido, castigada y humillada por un razonamiento incompleto e ingenuo, muy aparente, de terrible corrección política: no existe la excepción.

¿Acaso las máquinas no van por la derecha? Soy una máquina más y avanzo, imparable, sin mirar atrás y sin intuir peligro alguno. Me avala mi titulación. He seguido fielmente las instrucciónes recibidas y me he graduado en un mundo maravilloso que me permitirá servir las mejores croquetas al viajero oriental, ese mismo que se acerca neciamente por el lado equivocado de la carretera.

Juan Rociado ha sido profesor de instituto y es colaborador de Progreso adecuadamente


Tizas rotas. Treinta y tres años en Secundaria. 
Un relato de Pablo Ángel Gil Morales
Editorial Donbuk 
Año 2022
Rústica
536 páginas
Precio: 20,99 €
En formato digital: 4,99 €
Próximamente a la venta en librerías, en www.donbuk.com y en www.amazon.com

domingo, 27 de noviembre de 2022

¿Qué es este blog?

Tendré que explicarlo. Será por instrucción directa y no por métodos de indagación. Este blog está dedicado a recoger diferentes artículos sobre la realidad educativa, desde una perspectiva no complaciente y bastante escéptica hacia los desmedidos cantos o loas que se emiten sobre ella, la mayor parte de la veces, sin fundamento. Cuando encontremos motivos para el halago, no dudaremos en reseñarlos; deseando estamos.